Ruta para disfrutar del Románico del Valle de la Ojeda

Iniciaremos la ruta en Báscones de Ojeda, donde optaremos por dirigirnos hacia Alar del Rey al encuentro con el río Burejo, artería hidrológica que riega el Valle de la Ojeda. Por el camino, tres pequeños lugares nos descubrirán sus iglesias parroquiales. Dehesa de Romanos nos mostrará, entre medias de sus dos barrios, la iglesia de Santa Eugenia, en despoblado.

Un buen ejemplar del románico rural de finales del siglo XII en la Ojeda. Destaca en ella su portada de cuatro archivoltas, los herrajes de la misma época de su puerta de acceso, así como los dos capiteles historiados del arco triunfal. En uno se representa a Sansón y el león, junto a otro personaje que lo alancea, y en el otro, grifos y leones enfrentados. En el barrio de arriba, más poblado, destaca su iglesia de San Martín, un ejemplar más del barroco de la zona.

Cuando abandonemos Dehesa,  dejaremos a un lado la aldea de Berzosa de los Hidalgos, dependiente del municipio de Micieces de Ojeda, con su iglesia parroquial de San Cristóbal. Ya en la Vid de Ojeda, ascenderemos por la carretera que discurre pegada al arroyo de Villavega, camino de Micieces de Ojeda, Payo de Ojeda, Quintanatello y Vega de Bur, donde podremos pedir referencias para buscar el sitio donde se dice que estuvo el castillo de Eburi, cuyo solar hoy ocupa la actual ermita de la Virgen del Rebollar,  rodeada de centenarias encinas.

Seguiremos la ruta hasta Colmenares de Ojeda, y por el camino dejaremos los pequeños lugares de Pisón de Ojeda y Amayuelas, que también conservan algunos vestigios románicos. Colmenares es uno de los rincones más bellos de esta parte de la Ojeda y más desconocidos. Fue solar del conde Rodrigo Gustios que hizo muchas donaciones a la Abadía de Lebanza, y sobre todo por acoger dentro de su iglesia parroquial una de las pilas bautismales románicas más bellas de la provincia de Palencia.

Y desde aquí iniciaremos el regreso hacia Herrera, valle abajo de la Ojeda, superando los lugares de Dehesa de Montejo, Cubillo de Ojeda, Perazancas y Olmos de Ojeda, que ya los visitamos hace unas semanas, hasta llegar a Moarves de Ojeda, donde nos encontraremos con una de las sorpresas que nos tiene reservada, como punto y final, esta última ruta por el románico norteño palentino.

Al entrar en el pueblo y casi al borde de la carretera, veremos una de las obras maestras no solo del románico palentino, sino europeo. La fachada meridional de su iglesia parroquial de San Pedro, sobre cuya portada destaca su impresionante friso, donde al conjunto escultórico central del Pantocrátor con los símbolos del Tetramorfos, se le dispone a ambos lados dos grupos de seis apóstoles que conforman un conjunto escultórico de gran belleza, fechable en los años finales del siglo XII. A todo ello, se une el color de la piedra rojiza (tintada en su día expresamente por los maestros canteros con óxidos ferruginosos) en la que están tallados, aportando un especial carácter y una más personalísima belleza.

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El Templo Parroquial dedicado a Ntra. Sra. de la Asunción del siglo XII de Villabermudo de Ojeda.

La Iglesia del sigloXII de Moarbes de Ojeda.

La Iglesia de San Miguel en la Granja-Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos del siglo XII dentro del término deOlmos de Ojeda.

El Monasterio Cisterciense de San Andrés de Arroyo del siglo XII del termino de Santibáñez de Ecla.

La Iglesia de San Juan Bautista deprincipios del siglo XIV en Santibáñez de Ecla.

La Iglesia de San Cristóbal de principios del siglo XIII en Pradanos de Ojeda.

La Ermita de San Pelayo del siglo XI y la Iglesia-Monasterio de Ntra. Sra. de la Asunción del siglo XII en Perazancas de Ojeda.

La Iglesia del siglo XIII de Pisón de Ojeda.

El Templo Parroquial de San Esteban del siglo XII en Montoto.

Las Iglesias de San Martín y Santa Eugenia Devociones en Dehesa de Romanos.

La Iglesia de San Juan Bautista del siglo XI en Nogales de Pisuerga.

La Iglesia del Barrio de Santa María del siglo XIII, la Iglesia del Barrio de San Pedro y la Iglesia del Barrio de la Puebla de San Vicente del siglo XII, todas ellas en Becerril del Carpio.